Biografía de Alfonsina Storni
Nació en Sala
Capriasca (Suiza) el 22 de mayo de 1892. A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina. Vivió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Fue maestra de la Escuela Normal, profesora de arte dramático y colaboró con varios grupos de teatro juvenil. Sin embargo, lo más conocido de su obra son sus libros de poesía. |
Comenzó su carrera literaria en 1916 con La
inquietud del rosal, que recoge las sugestiones intimistas y
sentimentales de un nuevo romanticismo, desprendiéndose de la poderosa
influencia del modernismo. En esta línea publicó El dulce daño
(1918), Irremediablemente (1919) y Languidez (1920). Sus viajes a Europa en 1930 y 1934 influyeron en un cambio de rumbo poético, que se refleja en sus libros de madurez, los más logrados, donde la experiencia amorosa se torna confidencia dramática, reflexión sobre la condición femenina y una audaz, para la época, sinceridad erótica |
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Alfonsina Storni está en ese intermedio epocal
y estético que a veces ha querido verse como simple acotación entre
dos ismos: el modernismo y la vanguardia. Pero el postmodernismo no sólo
hizo fundaciones, sino que apresó, en medio de sus rechazos, mucho de
lo que el modernismo daba de turbulencia creadora a la vanguardia poética.
En ese plazo histórico crece cualitativa y cuantitativamente el
discurso femenino con la certeza de que la mujer no sólo es guardadora,
sino individuo pensante. No es extraño entonces que la voz femenina sea
tan representativa a partir de la década del 10 de nuestro siglo y que
en la primera fila se destaque, como iniciadora en la poesía, Alfonsina
Storni, junto a Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral,
Eugenia Vaz Ferreira, Dulce María Loynaz. |
En medio de las tensiones comunicativas y las propias íntimas, Alfonsina debe buscar un ajuste, reacomodar la voz y colocarla en una perspectiva del discurso. Entre esos movimientos reflexiona críticamente y se autorreflexiona como en una subjetividad escindida, es una manera de aparecer y encubrirse, de proyectar la imagen infractora y mediatizarla. En su poesía este forcejeo se evidencia en motivos reiterados como recursos tropológicos, tras los cuales se califica al sujeto. Estos elementos connotan el transcurrir poético, los pasos de su evolución, los tanteos del alma de aquella mujer que había llorado una lágrima cuadrada y bebido la de la madre como veneno de una ancestral resistencia ante el abuelo y el padre. | |
Publicó siete libros de poemas: La inquietud del rosal (1916), El dulce diario (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920), Ocre (1925), Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938), además una Antología poética (1938) que contenía poesías inéditas y un libro de poemas en prosa, Poemas de amor (1926). |