EL MATE

 


Nilda Gladys
"Amin"  Fretes

EL MATE, TODO UN RITO,
COMO EL DE SEDUCIR A UNA MUJER


Tomar mate, es todo un rito, con códigos ineludibles si queremos que tenga buen sabor.
Pareciera difícil, sin embargo, para ser más claro, digamos que el rito del mate es como enamorar a una mujer. ¿Cóoooomo? Sí, tal cual, como enamorar a una mujer.
Veamos, te explico, primero se pone el agua a calentar en la pava, y en esto hay que tener mucho cuidado, porque es importante que el agua no hierva. Exactamente igual que cuando se pretende iniciar el "romance" con una "dama", se entibia el agua, como se entibia el alma de una mujer con gestos imperceptibles a los ojos pero que suenan rimbombantes en el corazón, con palabras dulces y con una pizca de insinuación ... pero hasta ahí, hasta ese punto exacto en que el deseo comienza, no más, ¿cómo el agua vio? Por que si el agua pasa de los 89°C, si hierve, el sabor del mate va a durar solo unos tragos y enseguida se va "a lavar" la yerba y perderá todo sabor, y el mate habrá terminado igual que la relación. Ahora, si la temperatura es la justa, casi a punto de hervir pero sin hervir, cuando comienza el deseo ... , entonces probablemente, si se lo ceba bien, va a durar mientras quede agua.
Aquí debo aclarar que en esta analogía el agua es la vida.
Ahora, mientras el agua se calienta, uno tiene que tomar el mate (mate se le dice al fruto con el cual se hace el recipiente donde se prepara la infusión) y colocarle la yerba, ésta no debe llegar hasta más del 3/4 de la capacidad del mate, porque sino al cebarlo no habría lugar para el agua, o bien esta se desbordaría, lo mismo entre un hombre y una mujer, no debe intentarse ocupar todo el espacio, cada uno debe tener el suyo, el propio, el que hace que después el encuentro sea placentero y renovado, ese espacio para ser uno mismo, ese espacio para crecer.
Ya con la yerba en su interior, como el interés que uno siente cuando se comienza a enamorar, el mate se debe batir, sacudir, tapando con una mano la boca del mismo para que la yerba se acomede y luego no tape la bombilla, en el caso, también un hombre y una mujer se ven sacudidos, batidos por el amor cuando este asoma, puesto que deben acomodar sus intereses y amoldarse, para no ahogar o tapar al otro. Sacudida que la dan aquellas diferencias inevitables cuando dos seres con sus individualidades comienzan a compartir sus vidas.
Para este momento ya el agua debería estar en su punto, a 89°C, casi hirviendo pero sin hervir, cuando comienzan a aparecer los globitos (burbujas de agua) contra la pared de la pava, es decir, cuando ya el deseo es incontrolable. Entonces, se humedece una parte de la yerba, allí exactamente donde se va a introducir la bombilla, bueno en eso no voy a explicar la semejanza claro está. 
Solo agrego que el agua hay que ponerla cerca de la bombilla, evitando mojar toda la yerba, y así como el agua y la yerba con todo un rito especial dan lugar a una de las más exquisitas infusiones cuando está bien preparada, siguiendo sus ritos, la seducción de una mujer (y creo que también la de un hombre) es un rito con mensajes que van más allá de las palabras, pero no la seducción por sí, sino la seducción como lenguaje del amor, ese acto de encantar y conocer íntimamente al otro, si se lo lleva a cabo de a poquito, lenta y suavemente, cuidándolo todos los días, alimentándolo, como cuando uno pone con cuidado el agua en cada mate que ceba, creo, puede durar toda la vida, así como un mate bien cebado dura toda una pava de agua sin cambiar su sabor.-