Biografía de Rubén Darío

Félíx Rubén García-Sarmiento conocido como Rubén Darío, nació el 18 de enero en Metapa, Nicaragua. Sus padres se separaron cuando él todavía era muy pequeño y lo crió una abuela que lo mimó, consintió mucho y presentó en Managua, siendo todavía un adolescente, como un artista prodigio. Leía a los poetas franceses a la vez que era invitado a recitar poesía.
A la edad de doce años Rubén Darío publicó sus primeros poemas "La Fe", "Una Lágrima" y "El Desengaño"
En 1882 cuando Rubén tenía solamente quince años se presentó, ante el Presidente Joaquín Zabala. Preguntó al Presidente si el podría ir a estudiar a Europa. Pero Darío le preguntó esto después de haberle presentado un poema muy en contra de su patria y la religión de su
patria. Después de haber oído este poema, el Presidente le dijo: "Hijo mío, si así escribes ahora contra la religión de tus padres y de tu patria, que será si te vas a Europa a aprender cosas peores?".

En 1886 realizó un viaje a Santiago de Chile que fue su primer contacto con el progreso y la metrópoli. Quedó fascinado, y allí público su primer gran libro Azul... (1888), libro que llamó la atención de la crítica y que el escritor español Juan Valera alabó mucho. De regresó a Managua se casó con Rafaela Contreras, en 1891; quince meses después nació su primer hijo y en 1893 murió su esposa.

En 1892, viajó a España como representante del Gobierno nicaragüense para asistir a los actos de celebración del IV Centenario del descubrimiento de América. Suceden unos años de viajes por Estados Unidos, Chile y Francia, y una residencia en Buenos Aires trabajando para el diario La Nación, lo que le dio una reputación internacional. En 1898 regresa a España como corresponsal del mismo diario; en esta estancia en Europa, alterna su residencia entre París y Madrid, es aquí, en 1900, cuando conoce a Francisca Sánchez, una mujer de origen campesino, con la que tuvo un hijo y vivió con ella hasta el resto de sus días.

Convertido en un gran poeta de éxito en Europa y América, fue nombrado representante diplomático de Nicaragua en Madrid en 1907, lo que le obligaba a viajar y de ahí que esté considerado como el 'embajador del modernismo' en el mundo. Darío era un hombre que no había olvidado sus raíces provincianas aunque se había transformado en un cosmopolita total, pero veía que el mundo jubiloso de Europa estaba acabando. En 1913, entró en una crisis religiosa y mística y marchó a refugiarse a Palma de Mallorca.

Pero poca paz pudo encontrar porque el alcoholismo, la pobreza y la enfermedad le acosaban de cerca. En 1915, escapando de un continente desgarrado por la I Guerra Mundial, regresó a América y murió en 1916 poco después de llegar a Managua.