I
Avanti!
Si te postran diez veces, te levantas
Otras diez, otras cien, otras quinientas
No han de ser tus caídas tan violentas,
Ni tampoco por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las
plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsecación asnal, para ser
fuerte
Nada más necesita la criatura,
Y en cualquier infelíz se me figura
Que se mellan los garfios de la suerte...
Todos los incurables tienen
cura,
Cinco minutos antes de su muerte.
II
¡Piu avanti!
No te des por vencido, ni aún
vencido
No te sientas esclavo, ni aún esclavo,
Trémulo de pavor, piénsate bravo
Y acomete feroz, y malherido.
Ten el tezón del clavo
enmohecido
Que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
No la cobarde estupidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como dios, que nunca
llora,
O como lucifer, que nunca reza
O como el robledal que en su grandeza
Necesita del agua, pero no la implora.
!que muerda y vocifere vengadora
Ya rodando el polvo tu cabeza! |